Los colores del Coliseo al atardecer
10/31/2016
En pleno corazón de Roma, solemne, majestuoso, imponente y con ese equilibrio tan perfecto…
No hay como describir la impresión que causa el Coliseo cuando se contempla por primera vez.
No hay como describir la impresión que causa el Coliseo cuando se contempla por primera vez.
Ni hay foto capaz de comunicar ese impacto que el monumento más importante del antigua Roma produce cuando estamos parados frente a él.
¡Nunca deja de asombrarme! No importa cuantas veces he visitado esta grandiosa obra de arquitectura, siempre hay algo que me atrapa y sé que siempre habrá algo por lo que valdrá la pena volver.
El Coliseo enamora y seduce a toda hora, pero cuando el sol se oculta, los colores del atardecer realzan el equilibrio de sus cuatro pisos y le confieren una belleza única, yo diría casi mágica: las amplias arcadas aparecen esbozadas bajo la luz del ocaso, mientras que las elegantes pilastras del ático destacan iluminadas al anochecer.
La armonía entre los distintos órdenes arquitectónicos sorprende y fascina; dórico, jónico y corintio se entremezclan y se conjugan con una extraordinaria y asombrosa belleza y perfección.
Sin duda es el momento en que el anfiteatro luce en todo su esplendor; un momento único, cuando la claridad del día se apaga y el monumento se tiñe de diferentes tonos anaranjados a medida que el sol se va ocultando.
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El Coliseo fue construido en el siglo I después de Cristo y declarado Patrimonio de la Humanidad en el 1980 por la Unesco.
"Mientras permanezca el Coliseo, Roma permanecerá;
cuando el Coliseo caiga, Roma caerá;
y cuando caiga Roma... caerá también el mundo".
Profecía del monje inglés, Beda el Venerable
Fue Vespasiano quien decidió comenzar la construcción de este anfiteatro cuyo diámetro sobrepasa el medio kilómetro, el más grande jamás edificado en el Imperio Romano; su hijo Tito lo inauguró con 100 días de juegos y Domiciano lo modificó durante su reinado. Estos tres emperadores pertenecían a la familia de los Flavios por eso originalmente el monumento se llamó Anfiteatro Flavio.
No se sabe con certeza si el nombre Coliseo se debe al tamaño del edificio o a la colosal estatua de bronce dorado de Nerón antes situada en la cercanía y hoy día desaparecida.
No se sabe con certeza si el nombre Coliseo se debe al tamaño del edificio o a la colosal estatua de bronce dorado de Nerón antes situada en la cercanía y hoy día desaparecida.
La construcción del Coliseo sobre el terreno que pertenecía a la Domus Aurea, la grandiosa residencia de Nerón, representó un gran desafío para los romanos, convirtiéndose en una obra de ingeniería única para la época. Después de desecar un lago artificial, los ingenieros tuvieron que extender una inmensa y espesa capa de relleno de arena volcánica para poder levantar el anfiteatro, pero el tamaño y el peso del mismo se convirtió en un verdadero dolor de cabeza.
La solución al problema fue encontrada con la edificación de una serie de muros circulares y la construcción de un sistema de bóvedas cilíndricas que sostenían las gradas y los pasillos traseros del anfiteatro.
La solución al problema fue encontrada con la edificación de una serie de muros circulares y la construcción de un sistema de bóvedas cilíndricas que sostenían las gradas y los pasillos traseros del anfiteatro.
Es asombroso ver como el impresionante tamaño del monumento no le resta armonía y belleza al icono de la Roma Imperial, siendo hoy día una de las atracciones más populares de la ciudad.
Sin embargo, a pesar de tanto fulgor y gloria, estando en la arena, rodeados de la inmensa gradería, resulta inevitable reflexionar sobre la sombría historia de estas ruinas.
Aún entre tanta magia, es imposible substraerse a la imagen de una arena ensangrentada y al estruendo de una muchedumbre apiñada en las gradas de mármol…
En la actualidad el Coliseo está muy ligado a la Iglesia Católica, cada Viernes Santo se celebra en el anfiteatro el tradicional viacrucis encabezado por el Papa.
En la actualidad el Coliseo está muy ligado a la Iglesia Católica, cada Viernes Santo se celebra en el anfiteatro el tradicional viacrucis encabezado por el Papa.
CÓMO, CUÁNDO, DÓNDE 👇
Cómo llegar:
Metro: Línea B parada Colosseo
Autobús: Nro. 75 - 81 - 673 - 175 - 204
Tranvía: Nro. 3
Horario:
Abren todos los días a las 8,30 am y la hora de cierre varía según la época del año, generalmente es una hora antes de la puesta de sol, te sugiero que consultes la web oficial.
El Coliseo permanece cerrado el 1ro. de enero, el 1ro. de mayo y el 25 de diciembre.
Horario:
Abren todos los días a las 8,30 am y la hora de cierre varía según la época del año, generalmente es una hora antes de la puesta de sol, te sugiero que consultes la web oficial.
El Coliseo permanece cerrado el 1ro. de enero, el 1ro. de mayo y el 25 de diciembre.
Entradas:
Pueden adquirirse en el sitio, preferiblemente en la taquilla del Foro Romano o del Palatino que suelen tener menos cola que la taquilla del Coliseo.
Si quieres evitarte por completo las colas y no te importa pagar 2€ adicionales, te recomiendo que las compres online en el portal oficial coopculture.it
Pueden adquirirse en el sitio, preferiblemente en la taquilla del Foro Romano o del Palatino que suelen tener menos cola que la taquilla del Coliseo.
Si quieres evitarte por completo las colas y no te importa pagar 2€ adicionales, te recomiendo que las compres online en el portal oficial coopculture.it
Las entradas tienen una vigencia de dos días y te permiten visitar una sola vez el Coliseo, el Foro Romano y el Palatino.
El primer domingo de cada mes la entrada es gratis, pero las colas son enormes; si no dispones de mucho tiempo es preferible que evites visitar el Coliseo ese día.
Consejo:
Para aprovechar al máximo tu visita al Coliseo te sugiero comenzar por el exterior, dando la vuelta al monumento para apreciar todos los detalles arquitectónicos de la asombrosa construcción.
Posteriormente accede al interior dirigiéndote primero a los pisos superiores de donde puedes contemplar magníficas panorámicas de la ciudad, es fácil divisar el conjunto de ruinas del Foro Romano, el Arco de Constantino, el ábside del Templo de Venus y Roma, el estupendo campanario románico de la Basílica de Santa Francesca Romana, también conocida como Santa Maria Nova, y el hermoso Arco de Tito.
Luego recorre con calma las galerías, gradas y escalinatas, así como la arena y los subterráneos.
No olvides vestir con ropa cómoda y calzar un buen par de zapatos que te permitan recorrer fácilmente el lugar; no lleves calzado de tacón.
Consejo:
Para aprovechar al máximo tu visita al Coliseo te sugiero comenzar por el exterior, dando la vuelta al monumento para apreciar todos los detalles arquitectónicos de la asombrosa construcción.
Posteriormente accede al interior dirigiéndote primero a los pisos superiores de donde puedes contemplar magníficas panorámicas de la ciudad, es fácil divisar el conjunto de ruinas del Foro Romano, el Arco de Constantino, el ábside del Templo de Venus y Roma, el estupendo campanario románico de la Basílica de Santa Francesca Romana, también conocida como Santa Maria Nova, y el hermoso Arco de Tito.
Luego recorre con calma las galerías, gradas y escalinatas, así como la arena y los subterráneos.
No olvides vestir con ropa cómoda y calzar un buen par de zapatos que te permitan recorrer fácilmente el lugar; no lleves calzado de tacón.
Y por supuesto...
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